Antes de empezar a tomar clases de la Técnica Alexander, muchos suponen que —incluso sin saber mucho de la historia de F.M. Alexander— que un espejo va a formar una gran parte de las clases. ¿Cómo van a aprender las posturas correctas si no? ¿Cómo sabrán cuándo están haciendo lo correcto, o poder recordarlo fuera de la clase?
Así que, es una gran sorpresa descubrir que, como regla general, no ponemos los alumnos delante de un espejo —¡a pesar de que suele haber unos cuantos por la habitación! Luego descubren que Alexander pasó gran parte de su tiempo delante de un espejo mientras hacía sus descubrimientos, y la perplejidad aumenta. [Más…]