Sorprendentemente, parece que trabajar con los ordenadores supone el mayor reto de nuestra vida moderna. A pesar de lo poco exigente que es manejarlos, en términos de esfuerzo físico, los problemas músculo-esqueléticos son endémicas entre sus usuarios. Espalda, hombros, cuello, muñecas; parece que todo el cuerpo sufre.
Así empieza mi nuevo artículo sobre el reto que supone trabajar durante horas delante de un ordenador. Estamos todos familiarizados tanto con la explicación del problema como con las supuestas soluciones. ¿El problema? La gente sigue sufriendo. Vamos a ver por qué:
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