Hace poco recibí una consulta curiosa de una persona que recientemente había empezado a indagar un poco sobre la Técnica Alexander. Esta persona estaba muy interesada en el tema mente-cuerpo y en cómo profundizar en la Técnica le podría ayudar. No obstante, tenía sus dudas sobre si la Técnica fue el camino que buscaba. ¿La causa? No le gustaban las teorías metafísicas. Su pregunta era, “¿se puede vivir utilizando la Técnica Alexander y no creer en ideas espirituales en ningún momento?”
Mi primera reacción a este tipo de pregunta es «claro que sí», pero dado que esta pregunta es fruto de un malentendido común, es un tema que se debería aclarar.
Hay una percepción generalizada en la mente de mucha gente de que la Técnica forma parte de ese gran abanico de cosas llamadas ‘Nueva Era’. Es un error comprensible quizás (la Técnica no es exactamente ‘convencional’), pero desafortunado. Digo desafortunado porque el resultado es que mucha gente que podrían beneficiarse de la Técnica no la prueban porque suponen, como en este caso, que conlleva una filosofía esotérica con la cual no se sentirán cómodos.
Los que me conocen personalmente sabrán que me considero un escéptico —no me parece un defecto ni un insulto, más bien, todo el contrario— es decir, tiendo a no aceptar ideas cuya veracidad no son suficientemente demostradas o justificadas. Así que, cuando empecé con mis clases de la Técnica, me fue muy atractivo el hecho de que no hacía falta que creyese nada. De hecho, parecía haber muy poca teoría ya que las clases fueron casi totalmente prácticas. La única ‘teoría’ que aparecía en las clases tenía una relación directa con lo que estábamos haciendo en ese mismo momento.
Como he mencionado en otras ocasiones, Alexander solía referir a la ‘práctica y teoría’ de su técnica, para recalcar que la práctica fue lo primero. Intentaba mantener las excursiones teóricas a un mínimo. Desarrolló su técnica como respuesta a un problema concreto, y su interés fue siempre encontrar una solución práctica a este problema: quería poder declamar en el escenario sin quedarse ronco ni respirar sonoramente. En las clases de la Técnica se repite el mismo proceso: se busca soluciones prácticas a los problemas que presentan los alumnos.
Así que la respuesta a la pregunta es que sí, se puede vivir utilizando la Técnica Alexander sin creer en ideas espirituales ya que la Técnica no incluye ni presupone ideas espirituales. Hay profesores y alumnos de la Técnica que sí las tienen, tanto convencionales como no, y profesores y alumnos que no las tienen. Sin embargo, sea la que sea la situación, es algo independiente de la Técnica. La Técnica se limita a consideraciones prácticas y su único cometido es proporcionar unas herramientas para mejorar nuestra vida aquí y ahora.
Hola Simon,
Desde mi punto de vista la Técnica Alexander tiene como base un presupuesto muy espiritual: No somos máquinas que funcionamos mediante un programa (hábito)
aprendido (grabado) por los padres/sociedad/medios de comunicación, sino que tenemos primero, la posibilidad de no actuar, y lo segundo, realizar actos desde esa libertad, superando a los hábitos.
Una máquina, por muy complicada que sea, no tendrá nunca conciencia de que lo que está ejecutando es un programa (creado por su desarrollador), y nunca será capaz de “olvidar” ese programa para realizar una acción autónoma, libre, que no tenga ninguna causa previa, esto sólo lo puede hacer un ser humano.
La TA se basa en que el ser humano puede ser libre. Es cierto que operamos el 99% del tiempo en modo automático, pero darse cuenta que somos entidades con la posibilidad de ser libres, y que podemos actuar desde esa libertad, es una aproximación muy espiritual.
Saludos,
Josechu
Hola Josechu:
La palabra ‘espiritual’ puede tener, obviamente, significados muy distintos de una persona a otra. Aunque estoy plenamente de acuerdo contigo en que la Técnica Alexander se basa en el hecho de que tenemos la potencial de elegir cómo actuamos —de hecho, la Técnica no tendría ningún sentido si no fuera así— yo personalmente nunca lo habría considerado como algo espiritual. Por otra parte, como cualquiera que haya leído a Alexander sabrá, él siempre hablaba de usar términos “en su sentido más amplio” a la hora de explicar su técnica. así que, quizás, Alexander estaría de acuerdo contigo.
No veo ningún problema en estas perspectivas distintas, y esto es lo que quería recalcar en el artículo. Esta diferencia no importa a la hora de aprender y poner en práctica los principios de la Técnica. Es decir, en términos prácticos, creer que reconocer y desarrollar nuestra capacidad de libre elección es una ‘aproximación muy espiritual’ ni impida ni facilite la asimilación de la Técnica, y lo mismo se podría decir de lo contrario.
Saludos,
Simon