La Técnica Alexander es algo que se aprende y la forma de aprenderla es, al principio por lo menos, por medio de clases. Así que una pregunta que surge de inmediato es ¿Cuántas clases son necesarias? Muchos esperan una respuesta concreta a esta pregunta, pero no existe.
Para entender por qué, ayuda pensar, de modo de analogía, en aprender a tocar un instrumento musical.
¿Cuántas clases son necesarias para aprender a tocar el Piano? Obviamente depende del talento natural del alumno, su experiencia pasada con la música, y su dedicación a la hora de estudiar. Del mismo modo, el aprendizaje de la Técnica depende de las circunstancias iniciales del alumno —edad, salud, la naturaleza de sus problemas, etc—, su capacidad de asimilar lo que hay que aprender y su dedicación a la hora de poner en practicar lo que está aprendiendo.
Pero el número de clases ‘necesarios’ no sólo depende de estos factores. Muchas personas, por ejemplo, podrían decir que saben tocar el Piano, pero está claro que no se están refiriendo todos a lo mismo, sino que hablan de distintos niveles de capacidad. Unos sólo tocan alguna melodía mientras otros podrían dedicarse profesionalmente a ello. Así que la respuesta a la pregunta también depende de lo que uno pretende conseguir, lo que uno entiende por ‘tocar el Piano’.
La mayoría de la gente empieza tomar clases de la Técnica por un motivo muy concreto: dolor, problemas posturales, nervios, etc. Una vez que se haya abordado este problema con éxito, es normal que muchos se den por satisfechos. Otros, en cambio, han visto como la Técnica influye muy positivamente en otros aspectos de su vida y quieren seguir avanzando. No es necesario seguir profundizando, pero al igual que con el Piano, no tendría sentido afirmar que uno ya se lo sabe todo, como tampoco lo tendría imaginar que algún día llegará a este punto.
Así que, la pregunta se convierte en qué sería el mínimo de clases necesarias.
Si uno asiste a un curso introductorio de la Técnica, por ejemplo, sería correcto decir que ha aprendido algo sobre la Técnica pero no ha aprendido la Técnica en sí. Se podría decir lo mismo sobre tomar unas pocas clases individuales. Yo definiría el mínimo de clases necesarias como las que permite que el alumno esté capacitado para cuidarse solo, que pueda poner en práctica de forma efectiva y fiable la Técnica sin la ayuda de un profesor. Llegado a este punto, el alumno puede continuar profundizando o no, según su criterio, tanto con o sin clases.
No obstante, habiendo llegado a este punto, si no usamos lo que hemos aprendido, se pierde. Los que han conseguido lo que querían con sus clases de la Técnica y creen que, por tanto, pueden ya olvidarse de ella, podrían encontrarse con que, pasado un tiempo, su problema original vuelva o que, incluso, han desarrollado nuevos problemas.
Hay que mantener una actitud sensata, de sentido común. Uno que aprendió a tocar el piano hace años, pero no ha tocado desde entonces y ni siquiera ha vuelto a pensar en la música, no debe sorprenderse de que haya perdido facilidad y que no se acuerde las piezas que antes tocaba. Casi sin falta, los alumnos que vuelvan después de un tiempo quejándose de que el problema original ha vuelto, han flojeado mucho a la hora de usar la Técnica. Normalmente, han dejado de practicar lo más básico que les enseñaron en cuanto a cuidarse a uno mismo.
En cambio, los que sigan practicando, al igual que el pianista, pueden esperar una mejora gradual y continua. Llevo ya 18 años en Madrid, tiempo suficiente para que muchos antiguos alumnos vuelvan a tomar clases después de un tiempo de descanso (incluso más de una vez). Han decidido que quieren profundizar un poco más y desean algo de ayuda. Gran parte de ellos están mejores que cuando dejaron las clases.
Me gustaría tener una respuesta sencilla la pregunta ‘cuántas clases son necesarias’, pero como dije al principio, esta respuesta no existe. Incluso después de trabajar un tiempo con un alumno, es difícil saber cómo va a ser su desarrollo. Hay que esperar y ver lo que ocurre. Cuando yo empecé a tomar clases, no me trastornaba esta pregunta. Quería aprender la Técnica y estaba dispuesto a tomar las clases que hacían falta. No obstante, mi profesora solía decir a los que le preguntaban que necesitaban pensar en algo como un curso académico. Me explicó que decía esto porque le parecía importante que entendiesen que aprender la Técnica requiere un compromiso serio de tiempo. Con la misma idea, las asociaciones profesionales de la Técnica (APTAE en España) suelan recomendar unas treinta clases como mínimo. Sin embargo, por los motivos que he dado arriba, este cálculo es obviamente muy relativo.
Así que, ahí tenéis la respuesta, pero no me hago ilusiones. Los humanos somos como somos. No es nada raro que un alumno me haga esta pregunta y después de contestar algo parecido a los párrafos anteriores, se mueven la cabeza para indicar su comprensión y me dicen «así que, ¿cuántas, más o menos?».
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