Cuando se te pide que no hagas una cosa, en lugar de tomar la decisión de no hacerla, intentas impedir que lo hagas. Esto sólo significa que decides hacerla, y a continuación, utilizas tensión muscular para impedir que lo hagas.
(When you are asked not to do something, instead of making the decision not to do it, you try to prevent yourself from doing it. But this only means that you decide to do it, and then use muscle tension to prevent yourself form doing it.)
Por un motivo u otro, me encuentro hablando mucho sobre la prevención últimamente. Aquí Alexander está describiendo una situación relacionada con esta idea, una situación muy familiar a los profesores de la Técnica Alexander.
Se dice que la Técnica Alexander se basa en la prevención de lo no deseado, pero claro, esto podría tener varias interpretaciones.
Primeras dificultades


Ante todo, la dificultad principal de todo el mundo es el tema de la inhibición, es decir, nuestra capacidad de detener las reacciones inmediatas. Al principio, el alumno es incapaz de llevarla a cabo. De hecho, ni siquiera lo intenta, se lo olvida, ya que va con el piloto automático puesto.
Cuando consigue calmarse lo suficiente como para pensar en lo que le está pidiendo, suele interpretar que el profesor esta hablando figuradamente. Dado que el profesor pide que el alumno no haga algo que le es habitual, algo que le parece necesario para llevar a cabo la actividad que se pretende realizar, le cuesta creer que el profesor está hablando en serio. Me acuerdo que en mis primeras clases como alumno, pasé mucho tiempo ‘re-interpretando’ o ‘traduciendo’ lo que me profesora realmente quería decir, en lugar de hacerle caso.
Hacer
A continuación, llegamos a la situación que Alexander está describiendo. Dado nuestra tendencia de presuponer que la solución a cualquier problema consiste en ‘hacer’ algo, cuando nos dicen que tenemos que prevenir algo, solemos interpretar esto, sin darnos cuenta, como si hubiera que impedirlo —¡por la fuerza!— es decir, hacer algo. En lugar de evitar hacer algo, lo hacemos y a continuación ponemos una contra-fuerza para impedirlo. El resultado es que en lugar de un esfuerzo o tensión indeseado, tenemos dos, contrarios entre sí. Esto crea un bloqueo, una rigidez local e incluso generalizado, una situación mucho peor que la que se pretendía mejorar.
Otra reacción común en este punto del aprendizaje es hacer el contrario de lo que nos han dicho que no deberíamos hacer. Esta reacción se basa en la idea de que el opuesto de lo incorrecto es lo correcto. De hecho, sería más correcto decir que se trata de una sensación en lugar de un pensamiento. Es decir, no es una convicción razonada, y no hace falta mucha reflexión para darnos cuenta del sin sentido de esta afirmación.
No-hacer
En la Técnica Alexander, cuando hablamos de prevenir algo, nos referimos más bien a un proceso de evitar que algo ocurra. Lo que buscamos es que la actividad muscular no deseada ni siquiera llega a iniciarse. No hay necesidad de oponer una fuerza no deseada con una contra-fuera ya que la primera no se da. Lo que pretendemos que nonos demos la orden de hacerlo.
Walter Carrington en “Pensando en hacer”, un artículo incluido en el estupendísimo El acto de vivir nos da un ejemplo práctico muy claro sobre este punto. Se trata de la situación común de las clases de cuando se le pide al alumno que se levante de la silla. Se espera en este momento que el alumno diga ‘no’ a la idea, que se niega a responder de su forma habitual. En otras palabras, se le está pidiendo que no haga nada. No obstante, es común que el alumno entiende que lo que le está pidiendo que que haga un esfuerzo para quedarse en la silla, citando a Walter ‘no me voy a levantar de esta silla y de aquí no me mueven ni con grúa’ * Lo que debería una simple cuestión de no reaccionar se convierte en un enorme malgaste de energía que entorpece la fácil coordinación que pretendemos cultivar.
Otro error
También es muy típico en nuestra lucha por entender como evitar una reacción no deseada, ir al otro extremo y abandonarnos. Como he mencionado en otras entradas en es blog, no-hacer algo, evitar algo, no es cuestión de derrumbarse. De hecho, ¡derrumbarse es otra cosa que se debe prevenir!
* ‘Wild horses won’t make me’ en el original.
Esta entrada forma parte de una serie sobre los aforismos de F.M. Alexander. Para información sobre la serie, ved la primera parte.
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