Para información básica sobre estos aforismos, ve la primera parte de la serie, Aforismos de Alexander.
No puedes cambiar el rumbo de la naturaleza coordinándote a ti mismo.
(You can’t change the course of nature by coordinating yourself.)
Aquí me parece que Alexander quiere indicar los límites de su técnica. Muchos llegan a la Técnica buscando un milagro, y a menudo el resultado de las clases parece milagroso. No obstante, la Técnica no es una panacea, no puede con todo, y es importante tenerlo en cuenta.
¿Dónde están los límites? Yo veo dos. Primero, dado que la Técnica se ocupa de eliminar los patrones de postura, movimiento y reacción que interfieren con nuestra coordinación general, su alcance llega hasta las cosas que tienen su raíz o están exacerbadas por estos patrones. Todo que está fuera de esta lista está fuera del alcance de la Técnica.
Un ejemplo ilustrativo: la Técnica Alexander ha sido utilizado con provecho por gente que padece la Enfermedad de Parkinson. Obviamente, la Técnica no quita la enfermedad, el mal uso de uno mismo no es su causa. Por este mismo motivo, tampoco incide mucho, o puede que no incida nada, en el avance de la enfermedad. Sin embargo, lo que sí puede hacer es ayudar que la persona reaccione de la forma más ventajosa posible ante las limitaciones que la enfermedad le vaya imponiendo. El equilibrio y la movilidad se ven cada vez más limitados y es importante que no se auto-impongan aún más limitaciones debido a una mala gestión de las facultades que sí tienen.
El otro límite de la Técnica es cuando el daño es ya irreparable o que el deterioro es tan grande que hace falta otro tipo de intervención, de emergencia digamos. Indudablemente la Técnica puede formar parte de la recuperación, pero hay casos en que sería ingenuo —e imprudente— esperar que la Técnica solucione todo. Por este motivo, es importante que cualquiera que busque la ayuda de la Técnica también consulte con un médico. Desde luego, yo siempre pregunto a mis nuevos alumnos si han visto un médico y qué les ha dicho.
A veces es muy sorprendente el resultado de poner en práctica la Técnica porque solemos estar totalmente ignorantes de la conexión entre lo que hacemos y como estamos, entre nuestro uso y funcionamiento en la terminología de Alexander. Cuando hablamos de funcionamiento, hay que recordar que se trata del funcionamiento general, no sólo específico. Que una tendencia de sobrecargar los hombros causa dolor o contracturas musculares en los hombros no sorprendería a nadie. La comprensión de Alexander de la situación iba más allá. Un patrón de desequilibrio que incluye sobrecargar los hombros va a tener consecuencias múltiples y de largo alcance sobre el funcionamiento del sistema en general. Por ejemplo, es muy probable que la persona también interfiere con la respiración, la digestión y que el sobre esfuerzo produce mucho cansancio. Es más, estos síntomas también van a dar lugar a otros y así sucesivamente.
Opino que lo que Alexander quería decir es, aunque los efectos de la Técnica son de largo alcance, esto no significa para nada que ya podemos prescindir de los médicos. El campo de la Técnica es la educación para la salud, es una herramienta potentísima, pero no abarca todas nuestras necesidades a la hora de mantener la salud. Alexander, después de todo, sí consultaba un médico. Este médico fue muy familiarizado con la Técnica Alexander, creía que tenía mucho que ofrecer al mundo de la salud, pero no se creía superado y ya innecesario. Tanto Alexander como su médico entendían los limites de la medicina y de la Técnica.
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