Para información básica sobre los aforismos vean la primera parte.
Veo finalmente que si no respiro, respiro …
(I see at last that if I don’t breathe, I breathe …)
Si respiro como entiendo la respiración, estoy haciendo algo equivocado.
(If I breathe as I understand breathing, I am doing something wrong.)
Alexander vuelve a hablar sobre la respiración, aunque aquí su consideración principal es el efecto de lo que él denominaba la «Apreciación Sensorial poco fiable».
La Apreciación Sensorial es, por una parte, la percepción que tenemos de lo que estamos haciendo, tanto la posición y movimiento de las distintas partes de nuestro cuerpo como la tensión muscular que estamos usando; y por otra, la concepción que tenemos de cómo realizar una actividad dada, los movimientos y el esfuerzo necesarios. Alexander se dio cuenta de que en la mayoría de la gente la Apreciación Sensorial no es nada fiable. Tendemos a percibir todo con relación a nuestros hábitos, y por tanto, los malos hábitos posturales, tensionales y de movimiento distorsionan tanto nuestra percepción como nuestra concepción mental de, precisamente, la postura, la tensión muscular y el movimiento.
En el segundo ejemplo arriba, Alexander está diciendo que, dado que nuestra Apreciación Sensorial no es fiable, hacer lo que nos parezca correcto es por definición incorrecto. Esto no es nada intuitiva. Aunque podemos entenderlo como idea, generalmente nos cuesta mucho ser consecuente con esta comprensión en la práctica. Ante una dificultad, la reacción más típica es intentar hacer lo «correcto» con más empeño, o sea, hacer lo mismo pero con más esfuerzo.
En el primero, Alexander añade una idea más: la de que lo correcto se hace solo en cuanto dejemos de interferir; es decir, en cuanto dejemos de insistir en hacer lo nuestro: lo habitual, lo familiar, lo que nos parezca correcto. De nuevo, esto choca con nuestras ideas intuitivas. Tendemos a presuponer que, para corregir algo, hay que hacer algo. Alexander entendió que la causa de muchos problemas es más bien algo que ya estamos haciendo, y por tanto, la solución es dejar de hacerlo.
Es por eso que Alexander refería a su técnica como un método de re-educación: más que aprender algo nuevo se trata de desaprender algo que ya hemos aprendido, sea esto de forma consciente o no. La Técnica es más que un método para corregir problemas posturales, tensionales o de dolor (¡que no es poco!), es un método para facilitar el aprendizaje, o como se ha dicho, aprender la Técnica es «Aprender a aprender».
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